Sacarte un peso de ensima

Al fin encotré el momento de terminar esta historia. Por más de que durante meses trate de que lleguemos a ese final feliz de todos los cuentos, no pude. Llego el momento en el que estas entre la espada y la pared. Cuando tenés que decidir si rendirte, o seguir intentando. Y solamente una persona descerebrada, o locamente enamorada hubiera decidido seguir intentando encontrar nuestro final feliz. Lo que vivimos fue hermoso, lindo, tierno, emocionante. Super cambiante, y la verdad, nada predecible.
Cada día era una aventura y no sabias que iba a pasar, era como pasar una por una las hojas de un libro que nunca leíste antes.
Pero terminó, cuando uno ya no siente lo que al principio sintió , esas ganas irremediables de compartir cada minuto junto a esa persona, ¿ para qué fingirlo ? Ese es un sentimiento que solo tiene sentido siendo real. Más real mejor, y más sentido adquiere.
Digamos que no soy el ser humano mas valiente sobre el planeta tierra, ni siquiera un poco valiente cuando se trata de cosas como estas. Me costo muchisimo saber que la responsable de no verte más, no hablarte más, no besarte más, iba a ser yo.
Era una decisión que solamente estaba en mis manos, y mil consejos y gente que amo muchisimo me ayudaron a darme cuenta que , aunque duela, es lo mejor.
A veces hay que cerrar algunas puertas cuando ya vivimos todo lo que teniamos que vivir, y experimentamos lo mas lindo hasta el último minuto. Pero dejando algunas cosas atras es la unica manera de no quedarnos en el camino, y asi encontrarnos con cosas nuevas, abriendo nuevas puertas.



Hasta nunca.